Insomnio

Para que puedas dormir
te doy la mitad de mi noche, si no toda.
Me quedo a tu lado oscuro vigilante,
te acompaño, remonto el río de tu noche,
sobre una cáscara de nuez.
Te canto muy flojito
en la oreja para que sonrías
del otro lado del sueño
y nada temas y te duermas
y puedas dormir seguido.

Vigilaré los armarios, los cajones,
las esquinas, que nada entre ni salga
y estén las puertas cerradas.
Miraré detrás de las cortinas
y por encima y por debajo de las cosas 
miraré, que nada se esconda.
Para que puedas dormir

te doy la mitad de mi noche, si no toda.

Carles Arnal